La sopa de miso es un plato indispensable en la gastronomía japonesa desde tiempos inmemoriales. Más recientemente fue introducida en Occidente al ponerse de moda la dieta macrobiótica en los años 70.
El ingrediente principal es el miso, considerado un regalo de los dioses a la humanidad según una leyenda nipona, por sus valiosas propiedades para la salud. Se trata de soja fermentada y contiene aminoácidos, enzimas y probióticos, entre otros nutrientes. Cualquiera que deseéis llevar una vida saludable puede incorporar la sopa de miso a su dieta y enseguida notaréis los muchos beneficios que aporta.
La palabra miso significa “fuente de sabor” y se obtiene fermentando soja (a veces acompañada de otros cereales) con sal marina. Cuanto más largo es el proceso de fermentación, mayor será su sabor. Según el tipo de cereal y el tiempo de fermentación, se obtendrán distintos tipos de miso.
Tipos de miso
- Kome miso: con arroz blanco. Es el de sabor más suave, menos salado y con mayor cantidad de carbohidratos. 10 11 – Genmai miso: con arroz integral. Es muy aromático. 12 13 – Mugi miso: con cebada. Tiene elevada cantidad de proteínas, pero pocos carbohidratos. Su sabor es intenso y dulce .
- Hatcho miso: no contiene cereal, solo soja. Es la variedad con mayor cantidad de proteínas y menos carbohidratos.
- Shiro miso: miso blanco. Es el de sabor más suave porque se ha fermentado por unas pocas semanas o meses.
- Aka miso: miso rojo. Es el de sabor más fuerte porque se ha fermentado por 2-3 años.
La dieta macrobiótica se basa en combinar de forma adecuada alimentos con energía yin (fría y oscura) y yang (calie nte y luminosa). Cuando no hay equilibrio entre los dos tipos de alimentos en la dieta, la salud podría deteriorarse. El miso es uno de los alimentos con más energía yang por lo que es un valioso aliado para una alimentación sana. Entre sus propiedades están su poder antioxidante y alcalinizante, además de su alto contenido en aminoácidos, isoflavonas, lecitina y vitamina B12.
Por último, contiene enzimas y fermentos (en el miso sin pasteurizar) que ayudan a mantener la flora intestinal.
¿Cómo preparar una sopa de miso?
Aunque hay muchas variantes, los dos ingredientes principales que no pueden faltar son miso y algas wakame.
Entre las verduras que se suelen añadir comúnmente están cebolla, zanahoria, apio y puerro. Otros ingredientes que se pueden añadir son seta shiitake, tofu y jengibre. Una vez elaborada la sopa, el miso se agrega al final, pero nunca hervirlo porque se destruirían sus propiedades. Es mejor disolverlo por separado en un poco del caldo de la sopa reci én hervida y, luego, añadirlo al resto.
Preparar una sopa de miso es muy fácil y rápido, y será un aliado perfecto par a lograr una vida saludable.
Imágenes: Ollyy, AS Food studio
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